lunes, 15 de diciembre de 2014

5 meses y 3 días

Volver a caer. Volver a la tristeza. Volver a los sueños rotos, a sentirte vacío, a estar triste, al no poder levantar la mirada del suelo. A que todo te moleste, y que nada parezca brillar. Todo tiene un color apagado, gris, vacío de todo sentimiento y alegría. Ya nada significa lo q significa. A todo le encuentras el lado malo. Todo es insoportable, y solo esperas que este dolor pare ya porque te está matando. Ese dolor que te mata poco a poco por dentro. Como si alguien te fuera oprimiendo el corazón, lenta pero inexorablemente. Y contener las lágrimas cuando estás en público. Tener conversaciones vacías para que nadie note como te sientes. Porque a la mínima que alguien te diga algo te puedes derrumbar completamente... no.

Tienes que esperar a estar solo. Por eso odias el estar rodeado de gente. Buscas la soledad, adentrarte en tus pensamientos, el poder desahogarte libremente sin que nadie te diga nada. Y llorar... llorar hasta que quedarte sin lágrimas. Hasta que empapes la almohada llena de pelos rubios que te recuerdan a ella, y todo esto solo lo hace más y más duro. El tener unos planes de futuro. El haber pasado por momentos de dudas, y ya cuando lo tienes muy muy claro, que es la mujer de tu vida, la cagas... y el dolor de perderla es demasiado fuerte. Demasiado impacto en un corazón medio reconstruido...
Ya no aguanto más