Cuando uno sufre, se promete así mismo que no va a volver a ocurrir, que nunca más va a experimentar ese dolor otra vez, y cada nueva desilusión te vas haciendo más frío, más hermético, de piedra. No quieres que nadie te haga daño, no quieres sufrir más
Buscas esa vía de escape, te encierras en ti mismo, si no lo piensas no duele, si no lo piensas no duele, si no lo piensas no duele...
Pero al final termina doliendo. Cuando dejas a alguien entrar en tu vida, compartir momentos especiales, día a día se gana un poquito de tu corazón sin darte cuenta, y al final, siempre duele.
Como dijo Pereza "porque siempre al final algo falla, nos vino a visitar, la cruda realidad, y entró sin llamar".
Y luego viene la etapa del odio, cuando descubres las mentiras, las medias verdades intentando no hacerte daño, pero siempre valoras más la honestidad, y la valentía.
Hay formas y formas, supongo que también el karma funciona, y esto solo es un repaso de cómo he actuado en el pasado.
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